Energía renovable
Los tipos de energía pueden clasificarse en dos grandes categorías: la energía cinética (la energía de los objetos en movimiento) y la energía potencial (la energía que se almacena). Estas son las dos formas básicas de energía. Los diferentes tipos de energía son la energía térmica, la energía radiante, la energía química, la energía nuclear, la energía eléctrica, la energía del movimiento, la energía del sonido, la energía elástica y la energía gravitatoria.
La energía térmica se crea a partir de la vibración de los átomos y las moléculas de las sustancias. Cuanto más rápido se mueven, más energía poseen y más se calientan. La energía térmica también se denomina energía calorífica.
La energía nuclear se almacena en el núcleo de los átomos. Esta energía se libera cuando los núcleos se combinan (fusión) o se separan (fisión). Las centrales nucleares dividen los núcleos de los átomos de uranio para producir electricidad.
La energía eléctrica es el movimiento de los electrones (las diminutas partículas que componen los átomos, junto con los protones y los neutrones). Los electrones que se mueven por un cable se llaman electricidad. Los rayos son otro ejemplo de energía eléctrica.
Energía química
La energía química es la energía almacenada en los enlaces de los átomos y las moléculas. Las baterías, la biomasa, el petróleo, el gas natural y el carbón son ejemplos de energía química. La energía química se convierte en energía térmica cuando la gente quema madera en una chimenea o quema gasolina en el motor de un coche.
La energía gravitatoria es la energía almacenada en la altura de un objeto. Cuanto más alto y pesado es el objeto, más energía gravitatoria se almacena. Cuando una persona baja en bicicleta por una colina empinada y coge velocidad, la energía gravitatoria se convierte en energía de movimiento. La energía hidráulica es otro ejemplo de energía gravitacional, en la que la gravedad obliga a bajar el agua a través de una turbina hidroeléctrica para producir electricidad.
La energía radiante es la energía electromagnética que viaja en ondas transversales. La energía radiante incluye la luz visible, los rayos X, los rayos gamma y las ondas de radio. La luz es un tipo de energía radiante. La luz del sol es energía radiante, que proporciona el combustible y el calor que hacen posible la vida en la Tierra.
La energía térmica, o calor, es la energía que proviene del movimiento de los átomos y las moléculas de una sustancia. El calor aumenta cuando estas partículas se mueven más rápido. La energía geotérmica es la energía térmica de la tierra.
Energía térmica
Al igual que hay muchas formas diferentes de realizar un trabajo, también hay muchos tipos de energía. Como orientación general, la dividimos en dos tipos principales y varios subtipos. Los físicos miden la energía en julios, aunque una unidad de medida más familiar podría ser la caloría. Con esta introducción de choque, echemos un vistazo:
Las dos partes del pastel de la energía (al menos en su interpretación) son la energía cinética y la potencial. Todos los tipos de energía de los que hablaremos hoy son una forma particular de cualquiera de estas dos. La energía cinética es la que realiza un trabajo activo en este momento (como mover un objeto o calentarlo), mientras que la energía potencial es la que está «almacenada» en este momento, que puede liberarse si se dan las circunstancias adecuadas.
La energía no puede crearse ni destruirse, pero puede transformarse. Si, por ejemplo, levantas una manzana por encima de tu cabeza, estás transformando la energía cinética (de movimiento) en energía potencial (la manzana quiere caer y lo hará si la sueltas). Al caer, toda la energía potencial que has almacenado dentro de la fruta se vuelve a convertir en energía cinética. Por otro lado, una pila almacena energía química (potencial). Se puede convertir en energía eléctrica y luego en luz y calor en tu smartphone (ambos tipos de energía cinética).
Energía mecánica
Desde las antiguas civilizaciones hasta la sociedad moderna, la energía siempre ha sido esencial para nuestro desarrollo y, para fomentar este crecimiento, cada vez encontramos más formas de aprovechar los distintos tipos de energía para impulsar nuestro mundo.
Cuando un objeto está en movimiento, posee energía cinética. Sin embargo, no tiene por qué ser un objeto sólido, como un coche o una bicicleta en movimiento. El movimiento de las ondas, los átomos y las moléculas también se traduce en energía cinética.
La energía cinética es una poderosa fuente de energía, basta pensar en fenómenos naturales como un huracán o un tifón. En ellos, los vientos pueden superar fácilmente velocidades de 120 km/h y empezar a causar daños catastróficos y dejar zonas inhabitables durante semanas e incluso meses.
Debido a la fuerza gravitatoria que se ejerce sobre los objetos desde el centro de la Tierra, cuanto más alejado esté un objeto del núcleo terrestre, mayor será la acumulación de energía potencial gravitatoria del objeto.
Las presas hidroeléctricas aprovechan la energía potencial de enormes masas de agua almacenadas a gran altura. Por ejemplo, la presa Hoover, en Estados Unidos, puede contener más de 28,9 millones de acres-pies de agua a una altura de más de 200 metros.