Personas que ven el futuro

¿Podemos predecir el futuro?

El mundo avanza rápidamente hacia una conectividad omnipresente que cambiará aún más el modo y el lugar en que las personas se asocian, reúnen y comparten información, y consumen medios de comunicación. Un sondeo entre 2.558 expertos y creadores de tecnología sobre la situación en la que nos encontraremos en el año 2025 encuentra patrones sorprendentes en sus predicciones. Los encuestados fueron identificados en investigaciones anteriores sobre el futuro de Internet, a partir de los identificados por el Proyecto Internet del Pew Research Center, y solicitados a través de las principales listas de correo electrónico orientadas a la tecnología. Registraron sus respuestas en línea entre el 25 de noviembre de 2013 y el 13 de enero de 2014.

En sus respuestas, estos expertos prevén un entorno informativo en el que acceder a Internet no supondrá ningún esfuerzo y la mayoría de la gente lo aprovechará con tanta facilidad que fluirá por sus vidas «como la electricidad.» Predicen que la informática móvil, la que se puede llevar puesta y la integrada se unirán en la Internet de las Cosas, lo que permitirá a las personas y a su entorno aprovechar el almacenamiento y el intercambio de información basado en la nube y mejorado por la inteligencia artificial. Como escribió Dan Lynch, fundador de Interop y antiguo director de instalaciones informáticas de SRI International, «El impacto más útil es la capacidad de conectar a las personas. A partir de ahí, todo fluye».

Un hombre predice el futuro del mundo en 2019 – Calles de Londres

Estamos viviendo una transformación fundamental en la forma de trabajar. La automatización y las «máquinas pensantes» están sustituyendo las tareas humanas, cambiando las habilidades que las organizaciones buscan en su personal. Pero, ¿cómo será el futuro?

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Nuestro estudio «La mano de obra del futuro» examina cuatro posibles mundos laborales para 2030 con el fin de ayudarle a iniciar su reflexión.    También puede consultar las opiniones de 10.000 personas en nuestro resumen de resultados de la encuesta.

El futuro no es un destino fijo. Planifique para un futuro dinámico y no estático. Tendrá que reconocer escenarios múltiples y cambiantes. Haga movimientos «sin remordimientos» que funcionen con la mayoría de los escenarios, pero también tendrá que hacer algunas «apuestas».

La automatización y la inteligencia artificial (IA) afectarán a todos los niveles de la empresa y a su personal. Es un tema demasiado importante como para dejarlo sólo en manos de TI (o de RRHH). Es necesario tener un conocimiento profundo y una visión aguda del cambiante panorama tecnológico.

Un tercio de los trabajadores están ansiosos por el futuro y su trabajo debido a la automatización, una ansiedad que mata la confianza y la voluntad de innovar. La forma en que sus empleados se sienten afecta a la empresa hoy, así que inicie una conversación madura sobre el futuro.

La ciencia de la predicción del futuro

Skip to ContentInez FungCatedrática de Ciencias de la Atmósfera, Universidad de California, Berkeley Leah Fasten Predicción para 2030: Iluminaremos el mundo … con seguridad he hablado con gente que quiere información sobre modelos climáticos, pero no están muy seguros de lo que me piden. Así que les digo: «Supongamos que te digo que algún acontecimiento ocurrirá con una probabilidad del 60% en 2030. ¿Le basta con eso, o necesita un 70%? ¿O necesitaría un 90%? ¿Qué nivel de información quieren de las proyecciones de los modelos climáticos para que sean útiles?»

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Me incorporé al grupo de Jim Hansen en 1979, y estuve presente en todas las primeras proyecciones climáticas. Y la forma en que lo pensamos entonces, todas esas cosas siguen estando totalmente ahí. Lo que hemos hecho desde entonces es añadir riqueza y mayor resolución, pero las proyecciones se basan realmente en el mismo tipo de datos, física y observaciones.Aun así, hay cosas que nos faltan. Por ejemplo, todavía no tenemos una teoría real de las precipitaciones. Pero hay dos cosas interesantes. Una es la disponibilidad de las observaciones por satélite: la observación de las nubes todavía no se utiliza del todo. La otra es que antes no había forma de obtener patrones regionales de precipitación a través de la historia, y ahora sí. Los científicos encuentran estas cuevas en China y en otros lugares, y entran, buscan una pequeña y bonita cámara con estalagmitas, las cortan y las envían al laboratorio, donde hacen una fantástica datación con uranio-torio y miden los isótopos de oxígeno en el carbonato de calcio. A partir de ahí pueden interpretar un registro de las precipitaciones históricas. Los datos son increíbles: tenemos más de medio millón de años de registros de precipitaciones en toda Asia.

Predecir el futuro prepara tu cerebro para aprender | Big Think

Los hablantes de inglés y de muchos otros idiomas se refieren al futuro como algo que está delante y al pasado como algo que está detrás (por ejemplo, «I look forward to seeing you»). Esta forma de pensar y hablar está tan arraigada que rara vez nos paramos a pensar por qué lo hacemos. Una explicación influyente e intuitiva es que los seres humanos tenemos un frente evidente (la forma en que mira nuestra cabeza), lo que combinado con nuestra tendencia a pensar en el tiempo en términos de espacio, nos lleva a vernos avanzando hacia el futuro, o el futuro viniendo hacia nosotros. Un problema de esta explicación es que existen culturas y lenguas -como el aymara- que piensan y hablan del futuro como si estuviera detrás de ellos (y el pasado delante).

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Esto lleva a proponer que quizá el sentido de la ubicación del pasado y el futuro de las personas esté ligado de alguna manera a la convención lingüística de su cultura. Pero no es así. En un nuevo artículo, Juanma de la Fuente y sus colegas investigan a los hablantes de árabe marroquíes: estas personas se refieren en su idioma a que el futuro está delante de ellos (y el pasado detrás), pero en sus gestos con las manos transmiten la disposición temporal opuesta. Está claro que las formas de hablar y pensar en el tiempo pueden disociarse. Por lo tanto, aún no se sabe qué es lo que lleva a las personas a diferir en cuanto a la ubicación del pasado y el futuro.